Las personas nacidas en el año del Caballo son populares y mentalmente rápidas, muy sensuales, sociables y cálidas, observadoras y muy habladoras. Como son excesivamente cambiantes son muy impulsivas en sus modos de actuar. Impredecible, el Caballo es de enamorarse y desenamorarse fácilmente.

A muy temprana edad, se mostrará independiente y seguro de sí mismo, vivaz y enérgico, impetuoso e incluso temerario. Todo le gusta rápido, lo físico, lo mental y hasta la forma de hablar. Es muy difícil que la vida o alguno de nosotros le conforme y satisfaga.

Les encantan las fiestas y la actividad social. Se encontrarán donde esté el ruido. Odian y no soportan el silencio. Son decididamente alegres y usan todo su poder de seducción para manipular la voluntad de los que necesitan que les siga.

Negativamente polarizado, el Caballo es impulsivo y cabezota, de temperamento explosivo, pero aunque olvida rápidamente sus desmanes, les costará bastante recuperarse a los que estuvieron a su alrededor. Esto le hará perder respeto y confianza dentro de su círculo.