El Conejo (o Liebre, como se llama en la mitología china) es el emblema de la longevidad. El Conejo simboliza la gracia, los buenos modales, el consejo sano, la bondad y la sensibilidad. Una persona nacida bajo este signo llevará una vida tranquila, generalmente en paz y en un ambiente armónico. El Conejo es reservado, tiene temperamento artístico y es muy minucioso. Sin embargo, no está exento de ser callado, silencioso, a veces triste y ajeno a su ambiente incluso indiferente a su prójimo. El Conejo es sumamente afortunado en los negocios. Su aguda percepción comercial, además de una gran capacidad de negociador, le asegurarán un rápido ascenso en cualquier carrera.

No le gusta compartir sufrimientos. Prefiere una vida íntima, con secretos que guarda con celo, lo que le hace muchas veces reprimido, aunque positivamente sabrá valorarse a si mismo.